ONU: El bloqueo a Gaza es legal – Reacción de Turquía

12/Sep/2011

NotiIsrael

ONU: El bloqueo a Gaza es legal – Reacción de Turquía

11/09/2011 El informe que Naciones Unidas (ONU) encargó a un grupo de expertos sobre la intervención de Israel contra la “Flotilla de la Libertad”, que llevaba ayuda “humanitaria” a Gaza en 2010, concluyó que el bloqueo naval a Gaza que aplica Israel es “legal y apropiado” y señalaron que las fuerzas israelíes se vieron obligadas a usar la fuerza al encontrarse “con un grupo de pasajeros que ofrecieron una resistencia organizada y violenta”.
Los párrafos introductorios del informe defendieron la necesidad de Israel de bloquear las aguas de Gaza, ya que el país se enfrenta “a una amenaza real contra su seguridad por parte de grupos milicianos de Gaza”, controlada por Hamas, considerada por Estados Unidos y la Unión Europea como una organización terrorista.
El abordaje israelí y la posterior muerte de nueve activistas, deterioró las relaciones entre Israel y Turquía, uno de los mayores aliados del Estado judío en la región, y llevó a Ankara a exigir un pedido de disculpas formal por parte del gobierno de Benjamin Netanyahu.
El informe también concluyó que las Fuerzas de Defensa de Israel actuaron de manera “excesiva y desproporcionada” durante el incidente en el que murieron nueve activistas, la mayoría turcos.
Horas antes de que se hiciera público el documento con la dura crítica, The New York Times difundió ayer una copia del informe, que también recomendó a Israel que pida disculpas a Turquía y pague compensaciones.
Las autoridades turcas reforzaron el último miércoles de Agosto el reclamo con un ultimátum, antes de retirar a su embajador en Israel, cosa que hicieron luego de difundido el informe.
Israel acepta el informe Palmer con reservas sobre la fuerza empleada
Israel acepta el informe de la ONU sobre el asalto a la Flotilla de la Libertad en 2010, pero con reservas, como el rechazo a que actuase con fuerza “excesiva”, pues cree que lo hizo de forma “razonable, proporcional y con contención”.
El representante de Israel en el panel que analizó los hechos, Josef Ciejanover, considera que el informe final da “insuficiente consideración a las limitaciones operativas que determinaron el tipo y tiempo del abordaje de los barcos”, en el que murieron nueve activistas turcos.
Era “claramente una situación de combate caótica” en la que “reconstruir la exacta cadena de acontecimientos es extremadamente difícil, sino imposible”, agrega Ceijanover en un comunicado de la oficina del primer ministro del país, Benjamín Netanyahu.
El representante israelí, no obstante, alaba que el panel considere legal el bloqueo marítimo a la franja de Gaza, que se plantee “serias preguntas” sobre los organizadores de la Flotilla y que califique la expedición de “acto peligroso y temerario”.
Es de resaltar que Israel acepta el pago de compensaciones.
Relaciones entre Turquía e Israel
Tras filtrarse el contenido del informe, el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, anunció la reducción al mínimo de sus relaciones con el Estado judío, lo que implicó la retirada de su embajador en Israel, la expulsión del Embajador de Israel en Turquía, y la suspensión de las relaciones militares.
En respuesta, fuentes oficiales israelíes expresaron de nuevo su “lamento” por la pérdida de vidas humanas, pero rechazaron una disculpa por los “actos de autodefensa de sus soldados”, ya que “Israel, como cualquier otro país, tiene el legítimo derecho a proteger a sus ciudadanos y soldados”.
Las fuentes manifestaron, no obstante, su esperanza de que “se encuentre un camino para superar los desacuerdos y continuará trabajando para lograr ese objetivo”.
Tras el ataque, que se produjo el 31 de mayo de 2010, las relaciones entre ambos países -antaño estratégicas- fueron congeladas, aunque en los últimos meses se habían producido contactos en secreto para intentar poner fin a la tensión.
Repercusiones militares
Como es sabido, Turquía e Israel mantenían una relación militar estratégica antes del incidente. En una consecuencia más de la crisis actual, Turquía manifestó que se opone a compartir información de radar con Israel.
El gobierno de Turquía aceptó instalar en su territorio un poderoso sistema de radares de Estados Unidos; pero con la condición de que la información recolectada no sea compartida por Israel, señala un reporte del periódico Wall Street Journal.
El sofisticado dispositivo de radares, denominado X-Band, es parte de un sistema de defensa antimisiles cuyo objetivo será el de proteger a los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra la amenaza de un ataque de misiles de largo alcance iraníes.
En las negociaciones entre Washington y Ankara, que comenzaron a principios de este año, oficiales turcos expresaron sus preocupaciones de que los datos recogidos pudieran ser compartidos con Israel. Sin embargo, funcionarios norteamericanos respondieron –según fue reportado por el periódico- que un sistema idéntico fue instalado en el Estado judío en 2008, y aclararon que los datos recogidos por el radar podrían ser combinados con otros datos para maximizar la efectividad del sistema.
La medida tomada por Turquía podría provocar a Irán, cuyas relaciones se han deteriorado en los últimos meses a raíz de la brutal represión contra las manifestaciones que exigen la destitución del presidente de Siria, Bashar Asad. Mientras que Irán apoya fervientemente a Asad, Turquía ha condenado la sanguinaria represión de las protestas.
El rotativo estadounidense informó que varios senadores republicanos han criticado a Ankara por su oposición a compartir la información con Israel.
Oficiales norteamericanos esperan que el sistema de radares sea instalado en una base turca para fin de año.
Al Tribunal de La Haya
El Gobierno de Ankara ha anunciado que en unos días apelará al Tribunal de Justicia Internacional de La Haya para que establezca si el bloqueo es legítimo, como afirma el reciente informe de la ONU sobre el asalto a la Flotilla de la Paz, o si, como cree Turquía, se trata de “algo completamente ilegal e inaceptable”.
Pasos hacia la tranquilidad
Turquía e Israel han tomado en los últimos días pequeños pasos para apaciguar la crisis diplomática entre ambos países. El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, afirmó recientemente que sus amenazas de enviar buques de guerra a la franja de Gaza fueron malentendidas, e Israel aclaró que no ha decidido apoyar a los militantes kurdos en su lucha contra Turquía.
El periódico turco Today’s Zaman indicó que durante la entrevista ofrecida a la red qatarí Al Jazeera, Erdogan “fue citado fuera de contexto”.
En la versión turca de la entrevista, Erdogan manifiesta que “Ahora, sin duda, los barcos de guerra turcos están principalmente listos para proteger a nuestros navíos. Esto es, en primer lugar. Y también está la ayuda humanitaria, que ofreceremos. Nuestra asistencia humanitaria no volverá a ser atacada como ocurrió con el caso del Mavi Marmara”, declaró el mandatario.
Un alto funcionario del gobierno turco, citado por Today’s Zaman mencionó que Erdogan no quiso decir que Ankara esté preparado navíos con ayuda humanitaria para Gaza, escoltados por barcos de guerra turcos.
“Mientras Israel no interfiera en la libertad de navegación; no tenemos ningún plan de enviar barcos de guerra para escoltar a embarcaciones con ayuda humanitaria”.
“La frases mal citadas sugieren que estamos dispuestos a suministrar escolta a todos los barcos con ayuda humanitaria. Y ese no es el caso. Sin embargo, Turquía protegerá a sus ciudadanos en caso de cualquier interferencia en aguas internacionales”.
Por su parte, el primer ministro, Biniamín Netanyahu, afirmó que Israel quiere impedir que se deterioren aún más las relaciones con Turquía.
“No quisimos esto, y trabajaremos para templar el enardecimiento, y si es posible reconstruir los vínculos”.
Al mismo tiempo, el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, anunció que no existe ninguna propuesta israelí de ayudar o contactar a la organización guerrillera kurda PKK.
Días previos, el canciller Lieberman había mencionado durante una entrevista al canal 2, que aquella era una de las medidas que el gobierno estaba discutiendo para responder a las amenazas de Ankara.
Entre otras disposiciones estudiadas por el Ministerio de Exteriores, según se había reportado, se consideraba emitir una advertencia a israelíes -sobre todo para aquellos que están sirviendo en el Ejército de Defensa de Israel- para que se abstengan de visitar Turquía; fortalecer los vínculos de cooperación con los armenios, rivales históricos de los turcos; y apoyar, en los foros internacionales, la discusión sobre las violaciones de los derechos humanos en la lucha contra los kurdos.
Lieberman destacó que “en relación a Turquía, ambas partes están interesadas en fortalecer las relaciones y volver a la normalización. No queremos un conflicto con los turcos; pero no izaremos la bandera blanca”.
Ultimos acontecimientos
En la última semana, el gobierno de Recep Tayyip Erdogan expulsó al embajador israelí; suspendió acuerdos militares con Israel; anunció que va a tomar acciones legales contra algunos políticos israelíes y recurrir a la Corte Criminal Internacional para determinar la legalidad del bloqueo israelí a Gaza; aseguró que “Turquía va a tomar medidas para garantizar la libre circulación en el este del Mediterráneo” (en otras palabras, amenazó con desencadenar una guerra naval contra Israel) y, como si esto fuera poco, aterrorizó a 40 turistas israelíes que aterrizaron en el aeropuerto de Estambul.
En términos políticos, Erdogan persigue dos objetivos según el sitio web DebkaFile, especializado en asuntos de Inteligencia israelí. En primer lugar, pretende posicionar a Turquía como un líder regional.
En segundo lugar, Erdogan lanzó el ataque diplomático contra Israel para desviar la atención de todos los problemas internos que sacuden a su país. Además de que Turquía está entrando en un estancamiento económico (tiene un déficit equivalente al de Grecia y Portugal), el país enfrenta las aspiraciones independentistas de los Kurdos. Con demasiados problemas por resolver, el gobierno de Erdogan piensa que la mejor inversión que puede hacer en este momento es atacar al Estado judío. Aunque no esté del todo claro si los retornos van a ser muy elevados, parece ser una inversión de riesgo cero.
Pero se equivoca. Turquía tiene mucho para perder si Erdogan sigue por este camino. Si todavía no la perdió, lo primero que va a perder es su falsa imagen de país “secular”. Si un dictador como Saddam Hussein o Assad quiere desencadenar una guerra contra el Estado judío, las condenas brillan por su ausencia; pero esa no es la conducta que se espera de un país “secular”. Lo segundo que tiene para perder es la confianza que le depositó la administración Obama. Con la confianza de la administración Obama,  lo tercero que tiene para perder es su membresía en la NATO – y todas las ventajas militares y estratégicas que eso implica.
Y llegado el caso de que Erdogan elija entrar en una guerra naval contra Israel, no hay duda alguna de que también la perdería. A diferencia de Irán, Turquía no auspicia, financia y entrena a organizaciones terroristas que pueden lanzar una lluvia de cohetes y misiles contra Israel (léase Hamas y Hezbollah). Una guerra naval entre Turquía e Israel sería una guerra cara a cara, ejército contra ejército; y el ejército israelí tiene los dos activos más importantes que se requieren para ganar: tecnología y experiencia en combate.
Como afirma DEBKAfile, la marina turca no puede compararse con la marina israelí, ni sus submarinos equiparan los Dolphins alemanes que tiene Israel. En lo que respecta a la experiencia en combate, ¿Qué hizo el ejército Turco además de matar kurdos? — un ejército que, dicho sea de paso, se encuentra en un proceso de cambio, porque Erdogan echó a los generales que no eran “leales al partido”. Israel tuvo 3 guerras en los últimos 10 años; combatió en todos los frentes habidos y por haber y cuenta con el servicio de inteligencia más efectivo de todo el mundo, entre otras cosas. Además de todas las ventajas militares, la ONU no podría condenar y detener a Israel (como ocurre habitualmente), porque el informe Palmer la haría chocar contra sí misma.
Como fuera, lo que está claro es que no hay nada que Israel pueda hacer para recuperar las relaciones amistosas que alguna vez mantuvo con Turquía. Desde que gobierna el partido islamista AKP, el país es otro país. Si podemos, tratemos de evitar la guerra.